01 de julio de 2019
Entender el funcionamiento del cerebro para explicar conductas humanas es un desafío, y las neurociencias –en términos generales- estudian múltiples niveles de complejidad del sistema nervioso para comprender a las personas, pero ¿cómo se aplica concretamente?
Sergio Chaigneau, director del Doctorado en Neurociencias Social y Cognición de la Escuela de Psicología, explica que las neurociencias, al ser un conjunto de temas de investigación, se identifican dos niveles: en el más básico se investigan los procesos moleculares, por ejemplo, aquellos relacionados con la memoria; mientras que en el nivel más alto, se estudia el funcionamiento de sistemas cognitivos que requieren la interacción de distintas zonas cerebrales, por ejemplo, cómo el cerebro logra resolver problemas complejos como sería la toma de decisiones, y “este es el tipo de investigación que se desarrolla en el doctorado, está en el segundo nivel de complejidad, al que llaman “nivel de sistemas”, acota Chaigneau.
Muchos problemas tratados tradicionalmente por la psicología, pueden ser abordados por medio del estudio del cerebro a nivel de sistemas, por ejemplo cómo razonamos, cómo aprendemos y usamos lenguaje, cómo planificamos y controlamos nuestros movimientos, “justamente, la neurociencia social se interesa en cómo distintos sub-sistemas dentro el sistema nervioso nos permiten interactuar en el mundo social y también cómo el mundo social afecta el modo en que dichos sub-sistemas cerebrales operan”, señala Sergio.
Programa con enfoque único en Latinoamérica
Actualmente la investigación en Neurociencia Social y Ciencias Cognitivas es uno de los ámbitos de mayor desarrollo e impacto a nivel internacional, en Chile, estos temas ganan cada vez más importancia en la formación tanto de investigadores especialistas como de profesionales de variadas disciplinas.
Hay que entender que las neurociencias sociales buscan comprender la relación entre el sistema biológico y la conducta social de las personas, mientras que las cognitivas se enfocan en los procesos mentales y sus manifestaciones conductuales. La combinación de ambas áreas es lo que reúne el Doctorado en Neurociencias Social y Cognición de la UAI.
Sergio Chaigneau, cuenta que hay distintos trastornos que se estudian tanto en el centro como en el Doctorado, “en particular, algunos de nuestros investigadores han estado estudiando intensamente cómo podemos usar los conocimientos y las técnicas usadas en neurociencias para poder caracterizar y diagnosticar procesos neurodegenerativos como el Alzheimer y otras demencias”, Sin embargo, el trabajo de los investigadores no se limita a trastornos mentales, pues también están interesados en procesos mentales dentro del ámbito de la normalidad.
Un ejemplo concreto de estudio es comprender cómo las capacidades mentales le permiten a las personas superar las dificultades que les puede generar la vida en un contexto social difícil, como sería la pobreza y la violencia; cómo las creencias de las personas facilitan o dificultan la adaptación social; y cómo las personas interpretan el tipo de información compleja que con que se encuentran cada vez más en contextos sociales actuales.
Además de un desarrollo investigativo íntegro, este programa ofrece un cuerpo académico con gran trayectoria ligada a proyectos científicos y publicaciones en el área, lo que significa un enriquecimiento mutuo de conocimientos.
Fuente: Noticias UAI