20 de enero 2021
La incertidumbre es un lugar en la historia humana, en ese contexto, la décima versión del Congreso Futuro se enfocó en las distintas dimensiones existente en torno a esta nueva realidad que –como sociedad- estamos enfrentando. Agustín Ibáñez, académico de la Escuela de Psicología e investigador del Centro de Neurociencias Social y Cognitiva, a través de sus estudios, presentó cómo la combinación de herramientas permiten entender de mejor manera el comportamiento humano.
¿Podemos entender lo que no conocemos? Hoy podemos ir más allá, identificarlo casi todo y la neurociencia es una disciplina que aporta en eso, Agustín se ha especializado en el estudio de la Demencia y las neurociencias cognitivas, sus últimas publicaciones están enfocadas en la violencia y los factores sociales que intervienen en ella, para entenderla, predecirla y promover iniciativas al respecto.
Hoy, la violencia demanda una perspectiva no sólo biológica, sino que también social y son varias las herramientas que – al combinarlas – entregan resultados alentadores para poder comprender este componente cotidiano, tales como la ciencia del comportamiento, la neurociencia y machine learning.
“A través de la ciencia del comportamiento podemos entender la empatía, la cooperación y valores sociales que son cruciales para entender la violencia; asimismo el uso del machine learning permite estudiar fenómenos que tienen una gran complejidad para poder predecir la violencia”, indica el académico, ya que hay muchos procesos automáticos que escapan de la conciencia y que observándolo con las herramientas hoy disponibles, pueden anticipar conductas.
Durante su carrera, Agustín ha estudiado diferentes dimensiones de la violencia y uno de los factores principales a considerar para entender que es un fenómeno también social, es la vulnerabilidad, “en un último estudio realizado, las experiencias de discriminación o estrés social tienen muchísimo más impacto en la violencia que cualquier otro factor de síntomas mentales, incluso más que enfermedades psiquiátricas o físicas; la violencia realmente desestabiliza”, agrega el experto.
En su última publicación en esta línea, Agustín junto a investigadores internacionales se hicieron la pregunta ¿qué lleva a unos sujetos a ser violentos y qué no?, así comenzó un estudio de 5 años que indicó que “haciendo aprendizaje de máquinas y otras técnicas de machine learning, encontramos que podíamos predecir la violencia con una gran eficacia, es decir, con más del 97% de precisión”, explica.
Finalmente, y producto de la experiencia generando evidencia para comprender las conductas humanas, Agustín señala que “la ciencia junto a la ciencia de datos pueden ser muy buenas para intentar predecir e incidir en la conducta violenta de las personas”.
Fuente: Noticias UAI