Sobre MELs
Las transformaciones tecnológicas de los últimos 20 años han reconfigurado las fronteras y posibilidades del mundo empresarial. Invertir en conocimiento es tan importante como hacerlo en tecnología, equipamiento u otros activos. Esta nueva economía de la experiencia (donde predominan los bienes digitales, los datos y el conocimiento) se erige sobre la abundancia de información y la ultra-conectividad. Resulta indispensable, entonces, replantear las bases que configuran nuestros entornos, negocios y relaciones de valor. En este contexto, el conocimiento sobre la conducta humana (desde sus raíces sociales, emocionales y cognitivas) representa una guía fundamental para incorporar avances tecnológicos y conocimiento científico, recursos y experticia, a fin de afrontar con éxito los desafíos de esta nueva economía.
Los retos de la innovación, la aplicación de las ciencias de la conducta (behavioural insights) y la psicología, el uso de big/fast/small data, la entrada en la era cognitiva y la revolución digital constituyen una oportunidad real de reconversión, diferenciación y supervivencia, donde la disponibilidad de recursos económicos debe respaldarse con capacidades expertas para afrontar la abundancia de información.
La disponibilidad masiva de datos plantea el desafío de identificar la información relevante para el negocio, saber gestionarla y combinarla en forma inteligente para tomar decisiones basadas en evidencias. Asimismo, estos cambios demandan un seguimiento que permita una adaptación dinámica a las tendencias actuales del mercado.
Esta tendencia irreversible donde prevalece la digitalización y la desmaterialización de los productos y servicios, impacta tangiblemente en la reducción de costos y en el mercado laboral. De allí surge no sólo una enorme incógnita sobre el futuro de la mano de obra no calificada, sino también una gran oportunidad para las empresas actualizadas, flexibles y respaldadas por asesoramiento experto.
Para adaptarse a esta nueva dinámica, las empresas deben aumentar su flexibilidad, generar nuevas estructuras organizacionales, reconfigurar sus parámetros de toma de decisiones y promover la autogestión.
Además de las agencias y organismos del estado y grupos de investigación, las empresas tienen hoy un rol fundamental en las sociedades del futuro, en la búsqueda de la excelencia, el desarrollo profesional, la autosustentabilidad, la conciencia social, el bienestar y la equidad.
Hoy más que nunca, advertimos que el valor más crítico en la economía intangible radica en factores psicológicos y conductuales. Nuestro desafío es maximizar su capitalización mediante la integración holista ecológica de investigaciones neurocognitivas, desarrollos tecnológicos y herramientas de innovación.
Nuestro equipo interactúa en forma directa con las empresas para
- desarrollar estrategias conductuales escalables y a medida (basadas en neurociencia cognitiva y behavioural insights)
- implementar procesos avanzados para la gestión y análisis de datos (big/fast/small data analytics);
- desarrollar y coordinar propuestas de innovación cultural y digital; e
- implementar herramientas de las neurociencias traslacionales para la transformación y el desarrollo de las organizaciones.
Nuestra forma de trabajo parte del método científico para robustecer los procesos organizacionales y la toma de decisiones. Nos proponemos promover un ethos para la innovación y la aplicación del conocimiento psicológico y neurocientífico, y generar las condiciones para implementar, monitorear y adaptar dichos cambios. Esta propuesta constituye una oportunidad única para la sinergia entre empresa, ciencia y sociedad, pues brinda soluciones y cambios en la implementación del conocimiento y know-how a través de programas estratégicos.